Departamento de Cultura y Política Lingüística

Dantzan Bilaka '08

Dantzan Bilaka: Presentación | Piezas | Calendario

Procesos de creación coreográfica

Dantzan Bilaka - Portada

El Departamento de Cultura del Gobierno vasco viene impulsando desde años programas de apoyo a la Danza y concretamente el programa Dantzan Bilaka dirigido a los/as coreógrafos/as emergentes que pretenden ensayar y mostrar al público sus inquietudes en torno a la creación coreográfica.

Los /as creadores participantes en Dantzan Bilaka son seleccionados/as a través de una convocatoria anual de ayudas económicas para la investigación coreográfica. Paralelamente a la ayuda económica, se les apoya con un seguimiento, tanto artístico como técnico, de sus respectivos procesos creativos.

DANTZAN BILAKA, pretende ofrecer a los/as creadores/as vascos/as un lugar de diálogo y reflexión acerca de diversas inquietudes suscitadas en el desarrollo de los procesos individuales de sus propuestas coreográficas. En su segunda edición Bilaka ha desarrollado las siguientes acciones:

A lo largo de seis meses, un grupo de trabajo ha ido manteniendo encuentros, ensayos abiertos y otro tipo de intercambios (lecturas, vídeos), que han enriquecido el desarrollo del proyecto de cada participante, fortaleciendo su condición como autores/as y creadores/as que toman sus propias decisiones.

Durante los días 25, 26 y 27 de Junio, tuvieron lugar las jornadas IKUSMIRA, procesos y discursos del cuerpo en la danza actua , enmarcadas dentro de los encuentros de Arte y Cultura de la Universidad del País Vasco y abiertas a los diferentes sectores de las artes escénicas de Euskalherria, así como a aquellas personas interesadas en los procesos de creación relacionados con el cuerpo.

A lo largo de tres días de conferencias y mesas redondas, profesionales de la danza de reconocida trayectoria aportaron y compartieron con los/as participantes su visión acerca de las diversas cuestiones que plantean los procesos y modos de hacer en la creación coreográfica y se mostraron diferentes perspectivas acerca de los procesos de creación en danza. Durante estas jornadas, los/as coreógrafos/as participantes en el programa Dantzan Bilaka tuvieron también la posibilidad de compartir sus procesos creativos en sesiones de trabajo individuales con la coreógrafa catalana Angels Margarit y el coreógrafo brasileño Gustavo Ciriaco.

Durante el mes de septiembre se realizó una semana de trabajo dirigida al estudio de las necesidades técnicas de cada proyecto. Los /as coreógrafos tuvieron la posibilidad de poner en práctica las ideas para sus respectivos diseños de iluminación, diseños sonoros y de puesta en escena en una sala equipada técnicamente.

Finalmente el resultado de este proceso se presenta al público a través de una muestra de los trabajos de los/as diez coreógrafos/as participantes en esta segunda edición de Dantzan Bilaka, en espacios de diferente formato en las tres capitales vascas.

La manera en que cada coreógrafo/a entiende el concepto de muestra de su trabajo, de dar visibilidad a su proceso y de situarlo en el contexto que lo acoge es obviamente diferente.

Por lo tanto invitamos a que el público que se disponga a la recepción de estos trabajos, ofrezca una actitud dialogante con y hacia la variedad de propuestas coreográficas que se presentan en esta segunda edición del programa Dantzan Bilaka.

Equipo coordinador de Dantzan Bilaka 08


Discursos del cuerpo

Isabel de Naverán

A finales del pasado Junio tuvo lugar en Bilbao el encuentro Ikusmira. Procesos y discursos del cuerpo en la danza actual.

Ikusmira

Anunciado como Curso de Verano dentro de los encuentros universitarios Bilbao Arte eta Kultura, Ikusmira fue además una ramificación del programa de subvenciones Dantzan Bilaka, que el Gobierno Vasco pone en marcha cada año. El programa está orientado a apoyar las primeras creaciones coreográficas de jóvenes artistas en Euskal Herria. Este año Dantzan Bilaka cuenta además con la asistencia de la coreógrafa Idoia Zabaleta que, a modo de mediadora entre artistas e institución, se ocupa principalmente de estimular el debate interno, de apoyar los procesos de trabajo individuales y de dirigir y coordinar el Curso de Verano.

Ikusmira tuvo una duración de tres días, organizados a su vez en tres bloques temáticos:

  1. Producción de códigos y subjetividades con la participación de Amparo Écija, Ion Munduate y Sandra Cuesta
  2. Los límites del cuerpo y sus potencialidades con Angels Margarit, Leire Ituarte y Mikel Aristegi
  3. El lugar de las referencias en el proceso creativo: identidad cultural e identidad personal con Gustavo Ciríaco, Iker Gómez y María Ibarretxe

Por las mañanas un espacio de documentación cedido por Bilboeszena acogió las presentaciones de libros publicados recientemente.

Artistas, teóricos y profesionales debatieron en un ambiente abierto que ante todo señaló la importancia de contar con un mayor número de estructuras dedicadas al intercambio y cuestionamiento de los modos de creación contemporáneos.

Cada vez más extensa, la creación coreográfica actual denota el interés de numerosos artistas por trabajar en la construcción de situaciones transitorias, efímeras, que tienen que ver más con un ejercicio de escritura y comunicación directa con el público, que con cualquier idea preconcebida de un cuerpo virtuoso en movimiento. La destreza de las prácticas corporales contemporáneas reside, en todo caso, en su habilidad a la hora de inventar códigos y proponer nuevos modos de percepción para el espectador.

Por eso, reformular las maneras en las que esta comunicación entre cuerpos tiene lugar se perfila cada vez más urgente: ¿Qué cuerpos para qué sociedades? escribía Óscar Cornago, invitado a Ikusmira con ocasión de la publicación de su nuevo libro.

Éticas del cuerpo

Durante la presentación del libro Éticas del Cuerpo (Fundamentos 2008) Cornago señaló que, en su opinión, la potencialidad de la acción (la danza, el teatro o la performance) surge cuando es capaz de rozar los límites de su propia autonomía sin abandonarla. Habló de la necesidad por parte de la teoría y de la práctica de mantener cierta independencia, y no estar la una al servicio de la otra. La labor crítica consistiría en desplazar los modos en los que habitualmente pensamos sobre la práctica hasta encontrar nuevas maneras desde las que pensar prácticamente.

Quien haya tenido la oportunidad de leer Políticas de la palabra (Fundamentos 2005) coincidirá en que, como aquél, este libro tampoco pretende establecer una corriente artística, anunciando un nuevo movimiento generacional o estético sino que comparte ensayos reflexivos del autor con aportaciones de los propios artistas.

La ética individual y la actuación en primera persona, patente en numerosas propuestas actuales, pondrán de manifiesto los cambios que a lo largo de las últimas décadas han tenido lugar en el arte y su relación con el público y con la sociedad. En su libro, Cornago propone pensar lo político desde otro lugar y, citando a los sociólogos Ulrich Beck o Zygmunt Bauman, reflexiona sobre los aspectos metafóricos que hacen de la acción una práctica especialmente sensible al encuentro con el otro y favorable a la creación de espacios intersubjetivos. La ética del cuerpo a la que se refiere es, sobre todo, el modo de situarse frente al que está delante.

Por consiguiente, si la pregunta de Cornago ¿qué cuerpos para qué sociedades? nos hace pensar en el cuerpo del artista no sólo como parte de una sociedad sino como producto de ésta, a nadie sorprenderá que Sandra Cuesta, formada en artes visuales, hablara de esculturas en relación a ciertos pasajes de su nueva pieza A long way back (2008) o que el coreógrafo brasileño Gustavo Ciríaco insistiera, durante su conferencia, en el derecho a apropiarse de la historia del arte europeo como la suya propia, confrontándose así con lo que teóricos y programadores occidentales esperan del llamado cuerpo brasileño.

Y es que, lejos de borrarse, las fronteras se han multiplicado, o mejor, ampliado, de manera que hoy en día ya no tiene sentido preguntarse si estas propuestas pertenecen a un lado u otro de las fronteras, disciplinares o culturales, sino reconocer que habitan los espacios intermedios que todavía están por definir. En este sentido podríamos decir que la coreografía es una suerte de escritura del cuerpo en un tiempo y un espacio determinados. Y que la construcción en directo de este texto, comparable a un tejido que se extiende, es también la invitación a realizar un viaje hacia la producción de subjetividades.

La relación contractual que se establece entre artista y público en este tipo de situaciones transitorias abre la posibilidad para ambos de afectar y ser afectados por el cuerpo del otro. Lo que las prácticas corporales proponen es, por tanto, la construcción de una gramática corporal.


La pieza es un bodrio, pero el proceso fue divino.

Desde la ficticia conciencia de un fracasado quiero indagar sobre el proceso. ¿Qué es? ¿Por qué lo reivindicamos? ¿A qué siniestra intención responde en esta nuestra jerga de la escena? Del proceso no hay testigos, pero a la pieza acude el anonimato en masa. Defensa de los abusadores de recursos públicos, de los depositarios de esperanzas privadas o culturales, de los competidores de extenuantes carreras de obstáculos, artistas intentadores de una minúscula fama de resistencia, el proceso, igual a tiempo partido por dos, el deseo de contar no se sabe qué y la duda de saber cómo. A tanto el kilo, sale cara la pieza hoy en día, la de merluza de temporada, la de la danza del tiempo, la de la escena amputada de su célebre proceso. Nombrado el laberinto, a la hora fijada por el programa comparece la bestia al sacrificio. Sale al ruedo el creador, entre clarines contemporáneos y ejecuta, si es teatro, la obra, si es danza, la coreografía, si es cualquier otro arte irreconocible, la cosa, el creador ejecuta la cosa. Entre piruetas más o menos arrebatadas, de más o menos difícil adscripción a diccionarios conocidos para los amantes del léxico o de si mismos: mutis y salves, cortas o largas, como las luces, y un túnel muy profundo. Al final se verá la salida del proceso, en las secuelas del estreno o en sus réplicas. Qué obsesión tan fehaciente por este rito. ¿Y después? Proceso también, el digestivo: hablar sobre, discurrir sobre, escribir sobre, sin sello, sin remite, sin dirección postal, sin acuse de haber sido recibidos, mucho menos bien cagados porque los espectadores no habrán podido vivir... el proceso. El éxito tiene muchos abuelos y la madre del fracaso es adivina. Adivinanza. Las horas que te han traído hoy a ver estos singulares trozos fueron tu proceso de espectador destinado a aburrirte mirando espuma. El proceso creativo, el de un grupo humano disímil que interactúa sus anhelos con un fin, ese, ¿dónde esta? ¿Cómo se entera uno? ¿Qué es? El proceso es lo que el procesado guardará para su flaca memoria, es la curiosidad que no nos da tiempo a tener justo a las ocho de esta tarde. El proceso va por dentro, como la procesión. El proceso es caballito blanco porque no se va a entender nada, ni te vamos a dar lo que tú esperas ver. Proceso es talar el tótem, es la responsabilidad misma de poder contarlo. Proceso es el estudio, y la pieza, la capital de Madagascar. El proceso se sacrifica en la sinopsis, al sol. Proceso es hoy pedir dinero y esperar en un pasillo. Proceso es la autodocumentación o la autorecreación de otros mejores trozos del despiece que nunca verán el resplandor de un filtro. El proceso tiene lunas y parientes, y anuncia su conclusión nublada. El proceso no cabe en la pieza, aunque te sientes encima. Proceso es cuando lo que se ve se hizo, y el arte se adorna con sus muescas para el curriculum vitae. Hay pobres procesos truncados como tornados desperdigándose en un sembrao, sin noticia. El proceso es llegar a metas desde el minuto uno, y la pieza es renunciar a la siguiente, porque la pieza paga una deuda que el proceso no puede saldar. El proceso es romper cristales separados por delgados intersticios de nada, uno a uno. El proceso se inicia sólo en una cabecita y luego se va extendiendo como un virus. Cuando quieres pararlo es demasiado tarde, y tienes que elegir un espacio, mandar una foto, buscar la pata coja que te falta. Así es, acatar los plazos, con posible exceso. Proceso es perderse perfectamente hacia un sitio muy concreto, y por fin, proceso es preferiblemente lo que en este párrafo no hay, silencio. Y llegará un día en el que la hidra acuda al primer ensayo, a la primera charla o propuesta de trabajo del creador del proceso, irá engordando satisfecha y ni una sola cabeza se personará en la función. La Danza, mientras tanto, con mayúsculas, seguirá siendo la suma del conocimiento sobre la danza, aunque bailar, lo que se dice bailar, sólo bailan los cuerpos.

Gabriel Ocina


Citas con Dantzan Bilaka

El programa Bilaka pretende abrir un diálogo cada vez más abierto con el público interesado en los procesos de la creación coreográfica vasca. Para ello en esta edición, además de las muestras de trabajos que tendrán lugar durante el mes de octubre, se han propuesto también otras citas con este programa:

Del 24 al 26 de Junio se celebraron en el edificio Banco de España de Bilbao, en colaboración con los Encuentros de Arte y Cultura de la Universidad del País Vasco, las jornadas IKUSMIRA, proceso y discursos del cuerpo en la danza actual.

El 8 de Noviembre, se celebrará en Muelle 3, Bilbao, de 11 a 14 horas, una jornada abierta de encuentro y conversación con los/as coreógrafos/as participantes en esta edición de Dantzan Bilaka.